Las gafas de natación son un complemento muy importante para todo aquél que juegue o practique deporte en el agua, ya que nos protege de la sal o el cloro, nos permite ver por debajo de la superficie, nos protege de salpicaduras y últimamente los nuevos modelos también nos protegen de los rayos UVA.
Hay distintos tipos de gafas que se clasifican según el material con que está hechas. En primer lugar tenemos las de silicona, que revolucionaron durante una época cuando salieron al mercado y están hechas de silicona entera excepto la lente. Otro tipo son las gafas de goma-espuma, que aparecieron alrededor de los años 80 y presentaban muchos inconvenientes, higiénicos y prácticos (la goma-espuma se mojaba y al quedarse húmeda facilitaba la aparición de hongos, y se desprendia al cabo del tiempo con mucha facilidad, lo que inutilizaba la gafa completamente y había que tirarlas). Las de neopreno solucionaron el problema higiénico pero no el práctico. Y por último existen las de policarbonato, usadas para competición, entrenamientos, etc. Son pequeñas, lo que permite un mejor ajuste.
Un consejo a la hora de ponerse y quitarse las gafas: nunca tires de las gafas hacia delante, podrían escaparse y darte en los ojos. La forma correcta para quitrse y ponerse las gafas es siempre manejando la cinta elástica, nunca las lentes. Para quitar las gafas, con los dedos pulgares a cada lado de la cabeza los introducimos en la cinta, posteriormente los movemos hacia la nuca y levantamos la cinta hacia arriba, hasta sacarla de la cabeza.g
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